Overview/Description
Si se quiere gestionar un rendimiento problemático de forma eficaz, es necesario identificarlo con claridad, algo que, quizá, no sea tan fácil como puede parecer. Hay distintas opiniones sobre los métodos de identificación de un rendimiento problemático y un superior debe ser capaz de ver los distintos puntos de vista. En concreto, la distinción entre conducta y rendimiento es crucial, ya que las respuestas a ellos tienen que ser diferentes. Otra faceta de la gestión eficaz de los rendimientos problemáticos radica en la identificación de sus causas. Hay problemas de rendimiento que son consecuencia del funcionamiento de la organización, que pueden impedir que los trabajadores individuales funcionen mejor, por ejemplo en términos del diseño de la tarea que se les pide que realicen. Pero también hay problemas de rendimiento que son el resultado de la actitud de los trabajadores. Entre estos dos, hay problemas de rendimiento que no provienen de un desinterés en rendir bien ni del sistema, pero que se originan por la propia capacidad de los empleados para trabajar. Una vez que está clara la naturaleza del problema de rendimiento con que el superior se encuentra, si quiere afrontarlo correctamente, debe ser capaz de medir la magnitud de dicho rendimiento. Una definición y descripción imprecisa del problema conduce a un tratamiento poco útil del mismo, propio de muchos métodos de gestión del rendimiento cuya eficacia deja mucho que desear. La observación de un trabajador lleva naturalmente a la evaluación de los estándares de rendimiento de dicho trabajador. Este proceso se suele incluir en un sistema formal de evaluación del rendimiento y el superior debe ser consciente de las cualidades de un sistema eficaz.
Target Audience
Directores, supervisores, jefes de equipos de proyecto y profesionales de recursos humanos que tienen que enfrentarse a un rendimiento problemático tanto formal como informalmente